Luz.
- Monjes Trapenses
- 10 jun 2019
- 1 Min. de lectura

Evangelio según San Mateo 5, 13-16.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
Meditación:
Sal y luz son imágenes que el Señor dice deben tipificar a sus seguidores en el mundo. Ambos elementos penetran toda la realidad para transformarla: la sal en buena medida para hacer resaltar las cualidades inherentes y para preservar, el cristiano está llamado a mantener el vigor de su fe para que esto se realice; la luz para hacer que la realdad se manifieste con más claridad y cobre su pleno sentido. Los cristianos estamos llamados a manifestar con sus obras el sentido de la realidad ante Dios, la revelación del Misterio que ilumina a todo hombre y que induce a la glorificación de Dios.
P. Plácido Álvarez.
コメント