Con el Espíritu o contra él.
- Monjes Trapenses
- 28 ene 2019
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Evangelio según San Marcos 3,22-30.
Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios". Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir. Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin. Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa. Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre". Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Reflexión:
En su predicación y en las contradicciones que recibe el Señor tiene que abordar el problema del discernimiento, qué es lo bueno y qué lo malo, y más importante aún, quién es el él y cuál es su poder. Sus adversarios no discuten el hecho, bueno en sí, de la expulsión de demonios pero a pesar de eso cuestionan a quien los expulsa.
Pero ¿por qué lo cuestionan? Porque nos les conviene lo que él enseña. Quieren que Jesús se adapte a sus criterios y como no sucede así trata de destruir su persona, actúan desde un prejuicio basado en la ley y la tradición interpretada en forma restrictiva, y en definitiva rechazan el Espíritu Santo que puede iluminarlos. Si se cierran sobre sí mismos se asfixian, y se asfixiarán. El Señor otorga el perdón y quiere dar vida, pero si en nuestra libertad lo rechazamos tenemos que asumir nuestra opción.
P. Plácido Álvarez.
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