Curiosidad o búsqueda sincera.
- Monjes Trapenses
- 26 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 4 oct 2018

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,7-9
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús.
Reflexión:
Jesús con su vida y milagros llama la atención de la gente y cada uno de nosotros tiene que definirse ante él; diferentes personas tienen diferentes ideas –todas erradas- y al rey corrupto y frívolo “se lo come” la curiosidad. Pero la curiosidad no vale, vale la búsqueda sincera y el compromiso, en esto está la opción que salva.
P. Plácido Álvarez.
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