El acercamiento.
- Monjes Trapenses
- 10 ene 2019
- 1 Min. de lectura

Evangelio según San Lucas 5,12-16.
Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante él y le rogó: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante la lepra desapareció. Él le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: "Ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio". Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Pero él se retiraba a lugares desiertos para orar.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Reflexión:
Jesús se acerca a la miseria humana para sanarla y así manifiesta quién él es; su voluntad es clara y efectiva, no duda y realiza su misión, que en este caso es la sanación de un leproso por contacto físico, cosa que estaba prohibida. Esto no es objeción para mandar a la persona sanada a los sacerdotes para cumplir con la ley, el Señor reconoce el valor de la tradición de Israel, a la que él pertenece sobre todo como su Mesías.
Nosotros podemos presentarnos como el leproso, con plena confianza de que el Señor quiere sanarnos, y con una actitud de adoración, eso nos hace mucho bien, y el Señor no defrauda.
P. Plácido Álvarez. .
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