Ir hacia el Señor.
- Monjes Trapenses
- 1 dic 2019
- 1 Min. de lectura

Evangelio según San Mateo 8,5-11.
Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole": "Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente". Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo". Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: 'Ve', él va, y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: 'Tienes que hacer esto', él lo hace". Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos".
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Meditación:
La compasión mueve a este centurión a acercarse a Jesús con humildad para pedir el favor de la sanación, una humildad nada fácil para un centurión romano ante un judío, peor lo mueve una fe profunda. En Adviento este encuentro del evangelio nos invita a acercarnos a Cristo quien se nos acerca. Nosotros también buscamos sanación para nosotros mismos y para los demás. En este proceso la humildad es esencial, ella y la necesidad apoyadas en la fe nos empujan en la dirección correcta: al encuentro con la sanación que Cristo nos trae.
P. Plácido Álvarez.
留言