La espera.

Evangelio según San Lucas 12,35-38.

Jesús dijo a sus discípulos: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"

Reflexión:

Esta exhortación del Señor, con el énfasis en el retorno, tiene un tono apocalíptico, pero estamos esperando siempre, independientemente de cuándo se produzca ese retorno, hoy en la cotidianeidad o al fin de la historia –si es que nos toca-. El tema es la fidelidad en el servicio porque es fidelidad a Dios.

San Bernardo de Claraval, monje cisterciense y doctor de la Iglesia, tiene un sermón sobre las venidas del Señor en el cual explora la realidad del día a día en la vida espiritual. El Señor viene a nosotros, no sabemos cómo y se va sin que nos demos cuenta cuándo, es lo que el santo nos dice, y estamos siempre a la espera, una espera llena de sentido y de esperanza.

P. Plácido Álvarez.