La novedad y lo familiar.
- Monjes Trapenses
- 5 feb 2019
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Evangelio según San Marcos 6,1-6.
Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa". Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Reflexión:
La novedad sorprendente es difícil de aceptar para quienes están encasillados en lo que consideran una verdad inmutable, y lo consideran así porque le aplican sus criterios estrechos y poco acordes con la verdad que creen entender; son inmunes tanto a las palabras de sabiduría como a los milagros; para ellos es imposible que alguien tan familiar sea portador de una novedad radiante, y así se aíslan. Para nosotros es necesaria esa apertura que nos permite identificar la obra de Dios en medio de todo lo que nos es familiar, reconocer lo que Dios quiere manifestarnos según su deseo.
P. Plácido Álvarez
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