La realeza de la Verdad eterna.
- Monjes Trapenses
- 25 nov 2018
- 2 Min. de lectura

Evangelio según San Juan 18, 33-37.
Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: « ¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús le respondió: « ¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?». Pilato replicó: « ¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?». Jesús respondió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí». Pilato le dijo: « ¿Entonces tú eres rey?». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz».
Reflexión:
La realeza tiene que ver con la verdad, y la auténtica verdad trasciende este mundo, él mismo es esa verdad, pero también es la verdad de Dios, la verdad del Padre. Esa realeza está fuera del alcance de los poderes de este mundo, aunque en un momento determinado pueda parecer lo contrario. Esa realeza y esa verdad no luchan en el mismo ámbito que los poderes de este mundo, no se imponen con sus métodos, sino que evocan la adhesión despertando con su voz la verdad plantada allí por medio de la Palabra por la que se hizo todo (Jn. 1,3).
En tiempos difíciles tenemos que recordar estas realidades, porque su verdad no pasa, y en el tiempo de Dios ella terminará imponiéndose; a eso se refiere el Apocalipsis cuando llama al Señor el Alfa y el Omega, Principio y Fin.
P. Plácido Álvarez.
Comments