Oración, decisión y sanación.
- Monjes Trapenses
- 9 sept 2019
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Evangelio según San Lucas 6,12-19.
Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura.
Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Meditación:
El Señor le da a la oración un lugar constante e importante en su vida; cuando va a escoger sus apóstoles, un momento clave en su ministerio, se retira para orar. Asumir su vida supone esta misma disposición que él tiene. La gente se acerca al Señor en busca de solución a sus problemas y él la atiende, su contacto del todo especial con Dios hace todo esto posible, y la oración es parte esencial de ello, camino de liberación y sanación. A menudo se nos olvida en nuestra vida cristiana lo que significa la oración, pero el Señor nos enseña.
P. Plácido Álvarez.
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