Oración humilde y perseverante.
- Monjes Trapenses
- 9 oct 2019
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Evangelio según San Lucas 11, 5-8.
Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay algún padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!».
Meditación:
Jesús les acaba de enseñar el Padrenuestro y ahora les añade la necesidad de insistir. Y no se trata de que Dios no quiera responder sino que necesitamos profundizar en nuestra propia actitud, en nuestra dedicación. El orar nos transforma y si no obtenemos la respuesta que esperamos es que quizás no pedimos lo que debemos, entonces necesitamos cambiar. Por otra parte, pedir nos lleva hacia la humildad, tanto más cuando es necesario insistir. Dios no es un Padre consentidor sino exigente para llevarnos por el camino de la vida verdadera, de la vida feliz. Dios nos dará todo lo necesario, pero es necesario insistir y tener paciencia.
P. Plácido Álvarez.
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