Oración, palabra y sanación.
- Monjes Trapenses
- 27 oct 2019
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Evangelio según San Lucas 6,12-19.
Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Meditación:
La oración es un elemento fundamental en la vida de Jesús, en este caso es la preparación para la escogencia de los doce discípulos, un grupo muy diverso de personas que incluye pescadores, un cobrador de impuestos, un agitador nacionalista y quien sería traidor ¿Qué percibiría el Señor durante su oración? No sabemos, pero sí su decisión que llevará a cabo el plan de Dios.
La gente se siente atraída a Jesús por dos razones: su palabra y las curaciones que están movidas por el poder de su relación con Dios. Su palabra ilumina y sana hasta el día de hoy, pero tenemos que tener fe para recibir el don y oración para profundizarlo.
P. Plácido Álvarez.
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