Primacía de lo esencial.

Evangelio según San Lucas 11,37-41.

Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó que no se lavara antes de comer. Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Meditación:

Ver los detalles externos –y darles primacía-, detalles que en realidad no afectan la fe en sí misma, pero que condicionan a las personas probablemente alejándola, explican el comportamiento del Señor y sus palabras. El Señor pide interiorizar, pide ir a lo esencial.

El fariseo encubre la falta de solidaridad con su piadosa conducta en detalles. Y el Señor le pide un cambio. Lo interno y lo externo se vinculan pero en lo esencial, no en las rúbricas de la conducta piadosa e irrelevante.

Es necesario estar siempre atentos a esta realidad que puede infiltrarse en la vida de la Iglesia distorsionando la fe y confundiendo a las personas.

P. Plácido Álvarez.