Pureza de corazón.
- Monjes Trapenses
- 11 jun 2020
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Evangelio según San Mateo 5,27-32.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Meditación:
El Señor plantea sus exigencias que son siempre a una mayor interiorización, a mirar las actitudes y las acciones que éstas engendran ¿De dónde nace el adulterio? ¿De dónde surge el mal uso de las manos, de la violencia o tantas otras cosas? Surge del corazón, hay que mirar allí y disiparlo allí. No se trata de mutilaciones físicas sino de eliminación de lo que provoca toda malignidad. Tenemos un gran desafío ante nosotros: la pureza de corazón.
P. Plácido Álvarez.
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